Otro domingo en la cursa de Pamxanpla, un recorrido un poco más
corto que en ediciones anteriores, pero al fin y al cabo con las mismas
exigencias, 23 km y 1600 m de desnivel positivo. En la salida nos avisan
que tenemos que llevar un cortavientos porque en la cumbre el viento es
muy fuerte. Se inicia la carrera y le hago caso a un compañero que dice
que hay que salir A SACO. A los 300 metros entramos en senda, y Enrique
y yo vamos el 14 y el 15. Con una subida intensa porque al fin y al
cabo se trata tan solo de una subida y una bajada. En el primer
avituallamiento nos adelantan cuatro corredores, de los cuales uno lo
adelantamos en la subida. Una vez llegamos a la cumbre cojo la delantera
y se cumple la predicción, un viento fortísimo con una sensación
térmica que hacía falta taparse hasta la nariz. Empezamos la bajada por
la pedrera en la cual la diferencia técnica es muy evidente y consigo
adelantar a dos más. La bajada continúa, ya sin cambios, y disfrutando
de correr por esas sendas en total armonía. En el tercer avituallamiento
dos vasos de agua y algo de comida, como en todos. En la última bajada
algún tirón. Último avituallamiento y 2 km para la meta. Faltando 700 m
adelanto a otro corredor (lo cual fastidia un poco), siendo así la única
carrera en la que no me ha adelantado nadie en carrera. Ya en meta,
termino el 14, con 2 h 46 min y con buenas sensaciones. Como siempre, la
organización y avituallamientos en perfecto orden y el recorrido
impresionante. Al final, comida y entrega de premios. Aún así, mi
clasificación en veteranos fue el 4º, ¡cómo corren estos viejetes!
